viernes, 24 de octubre de 2014

¿Metamorfoseando el Arca... qué?

Ante todo, quiero daros la bienvenida, queridos blogadictos.

Este... Blog surgió ante una amable demanda de mi editor.

La primera vez, me dijo: Te sugiero que, en aras de que puedas ser conocido y reconocido, deberías tener un Blog.

¿Un qué?, le pregunté yo entre extrañado y divertido.

Y él, seriamente, como si esto fuera la cosa más normal del mundo, me repitió: Un blog.

Al final, tras hacer mis investigaciones, me di cuenta de que sí, de que un blog es la cosa más normal del mundo... y que hasta yo había visitado blogs sin saberlo.

El caso es que me puse a ello, pero claro, el esfuerzo de aprender a hacer un blog, partiendo desde la nada y a merced de mis conocimientos previos, que, no les mentiré, son similares a los que poseo del ciclo reproductivo del pingüino de Adelia, me resultó una tarea ímproba que sinceramente no llegué a completar. No exagero si confieso que pasé día y medio sólo para meter mis datos y contraseña, debido a que no me fue fácil dar con un nombre de usuario no usado. Entenderán que esto desanima al más corajudo.

Sin embargo, si estoy aquí escribiendo mi primera entrada es porque la guerra no acabó en ese momento. Y buena culpa de que el blog no saliera vencedor tras ganar su primera batalla la tiene mi editor. Tras varios avisos, cada vez más conminatorios, decidió pasar a palabras mayores. Me llegó a decir que, hoy en día, no basta con escribir libros, hay que venderlos, y para ello hay que aprovechar los medios de que disponemos. Según parece, no somos escritores, somos marcas, como  Coca Cola, Nike o Zara. Sólo que, como marcas, no usamos a niños del tercer mundo para hacer el trabajo. Bueno, alguna marca-escritor usará negros, pero yo no estoy en ese nivel, ni mucho menos.

Visto que sus amables invitaciones y consejos caían en saco roto, y que mi blog no pasaba de ser un proyecto en el aire, o, mejor dicho, en la nube donde están los proyectos inacabados de internet, mi editor empezó a ser más agresivo y hasta diría que amenazante.

Como comprenderán, no hice mucho caso. Uno ya sabe como son estos editores de exagerados... o eso al menos pensaba yo. Hasta ayer. Mientras caminaba plácida y rítmicamente, como suelo pasear cuando paseo, por una céntrica calle de mi ciudad, una maceta, se supone que accidentalmente, cayó desde un cuarto piso a unos veinte centímetros delante mía. Recordé entonces que entre la variada gama de amenazas usadas, mi editor mencionó algo de un sicario.

Sicario por medio o no, aquí estoy, dichoso y orgulloso de lo bien que ha quedado mi blog, y escribiendo mi primera entrada... ¡Ah, se me olvidaba! Si hago esto es por dos motivos: el entablar una amigable relación con otros lectores y escritores de blog y, sobre todo y muy especialmente -para que engañarnos-, para que mi editor se quede contento y suspenda cualquier contrato con cualquier sicario, caso de haberlo.

Y si de todo esto alguien acaba conociendo mi libro...


Ya que estamos, aprovecho para dejaros un par de enlaces:
http://www.mundopalabras.es
http://es.paperblog.com
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http://www.coverset.es
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http://alricolibro.blogspot.com.es/2014/11/el-playboy.html
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http://tedeseounlibro.blogspot.com.es
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En su tienda Amazon habitual.
Librería Hojablanca, Toledo
La Central de Callao
La Librería Figueroa en Cáceres
Librería Taiga, Toledo
librería El Renacimiento. Sevilla.

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