jueves, 19 de noviembre de 2015

Doble Seno

        Para los que son crédulos, debería ser una cuestión de creación divina. Para los demás, una cuestión de evolución natural. En ambos casos, tendría que ser algo que proviene de una sabiduría superior. 

Si es Dios mediante, ya se sabe que Dios es omnipotente; lo que significa que es más poderoso que Superman. Si coges todos los poderes de todos los superhéroes y supervillanos que se han inventado jamás, y se los atribuyes a una sola persona, ni así lograrías el poder de Dios. Pues bien, Dios, en su infinita sabiduría, como suele decirse, decidió crearlos a pares.

Si es por un motivo natural, estamos ante una evolución, que, como Carlitos Darwin explicó, se produce a lo largo de milenios, de forma que, mediante la presión ejercida por la selección natural, se acaba creando el mejor diseño posible para un ambiente ecológico dado. Los mamíferos, por lo que sea, siempre tienen un número par. Puede ser un par, pueden ser dos, tres y hasta cuatro pares, pero siempre van de dos en dos. Y es que la naturaleza es sabia y, en tema de senos, el número impar está descartado

En esto, como en otras muchas cosas, el hombre moderno prefiere alejarse de los modelos que han demostrado a lo largo de los siglos ser insuperables. Por algún motivo que desconozco, nos apartamos de nuestra propia naturaleza sin que a nadie parezca importarle un bledo. A lo sumo, cuando lo comentas con algún amiguete, dice, como avergonzado, “es verdad”… Y luego trata de quitarle importancia aludiendo a invenciones supuestamente supletorias cuya función no es, ni jamás podrá ser, el suplantar uno de los senos.

Dos senos bien puestos resultan atractivos, hermosos y lujuriosos. Dan sensación de plenitud y abundancia. Los miras y te gustaría palparlos, acariciarlos, probar su firmeza y hasta reclinar tu cabeza sobre ellos y dejarte llevar por la paz que a todos embriaga cuando reclinamos la cabeza en un buen par de senos.

Un solo seno resulta solitario, insuficiente y mutilado. Cuando lo miras sólo te evoca tristeza y, quizá, la necesidad de llamar a alguien que recomponga el desastre. Pero no es solo la belleza. Su utilidad también se reduce a la mitad. Algo concebido para atraerte y pasar buenos ratos chapoteando en ellos, se convierte en un espacio insuficiente al que a duras penas querrás acercarte.

Y, aún así, se empeñan, más y más, en usar solo un seno. Los puedes ver cada vez con mayor abundancia, en las casas, en los restaurantes, en los hoteles… El monoseno se extiende y la gente lo asume, con la cabeza gacha, sin protestar… puede que como una consecuencia más de la crisis o como otro mal inevitable del siglo veintiuno. Diríase que el doble seno ha sido descartado hasta como posibilidad.

Quizá, con tiempo, lleguemos a Marte, pero en tema de senos vamos hacia atrás, contra natura, contra Dios y contra todo. Y yo por ahí no pienso pasar: en el fregadero de mi cocina siempre habrá dos senos bien puestos.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo Lupiañez, hay un movimiento senófogo que no logro entender

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  2. Muy cierto. La verdad es que en lo que a fregaderos concierne, nuestra sociedad es bastante senófoba....

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  3. Pues desde aquí reivindico también el W.C. de doble seno!!
    ¿no estás cansado de ir “al otro baño” porque tu mujer ha dicho prime que tiene que ir al wc??
    La ley de “el que lo dice prime” es muy injusta y a ti, cohone, te gusta cagar donde te gusta cagar. El hombre es un animal de costumbres y no caga igual en cualquier sitio.
    Además… tu pareja ya soporta tus flatulencias en la cama por mucho que creas que no se nota…

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    1. Totalmente de acuerdo. Conozco una pareja que se han puesto de acuerdo en este tema, y comparten sus gases como comparten la mantica del sofá y puedo decirte que no he conocido una pareja más feliz en mi vida. Hay que estar ahí, de noche, en su dormitorio, en esa cama, debajo de las sábanas… ¡Eso es amor hombre!

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